Praga, Qué ver en Praga, Un poco de historia

Interior de las casas museo en el Callejón Dorado o Callejuela Dorada


Os dejo un resumen de los elementos más relevantes que se pueden encontrar en el interior de las casas más singulares del Callejón del Oro o Callejuela Dorada, situado en el Castillo de Praga.

Si queréis saber más sobre el Callejón del Oro o Callejuela Dorada, mira este post, dónde está, cómo llegar, historia…


Casa 12 – Hogar del historiador aficionado J. Kazda (década de 1950) 

Josef Kazda fue un coleccionista e historiador de películas aficionado. A lo largo de su vida se convirtió en un gran conocedor y coleccionista de películas americanas y checoslovacas. Durante la Segunda Guerra Mundial salvó muchas copias de películas checoslovacas que, bajo las órdenes del ejército de ocupación, debían ser destruidas. Gracias a su labor, muchas películas mudas y pequeños documentales fueron preservados. Tras el cese de actividad de la empresa que fundó, Komedia Film, Kazda alquiló algunos discretos y en desuso almacenes donde guardar el material. Uno de esos “almacenes” fue esta casa en el callejón del oro donde entre 1948 y 1952 la Sociedad del Arte se reunían en torno a Kazda. Cada día de la semana, Kazda organizaba diferentes pases de películas históricas.

Interior Casa cine, número 12

Casa 13 – Residencia del lancero rojo (Renacimiento tardío)

La tarea de defender las fortificaciones, puertas y torres del Castillo de Praga les fue encomendada a los guardias, que recibían su sobrenombre por el color de sus uniformes, “lanceros rojos. Los guardias no tenían un salario fijo pero estaban exentos de pagar impuestos y tenían el beneficio de disfrutar de la vida en el castillo. Hubo 24 lanceros rojos protegiendo el castillo y respondían directamente al gobernador del castillo. En 1597 solicitaron a Rodolfo II poder construir pequeñas viviendas en las renovadas fortificaciones del castillo, permiso que les fue otorgado el 16 de septiembre.

La fuente de ingresos más importante de estos hombres eran los servicios a los nobles que estaban presos en las mazmorras del castillo. A cambio de algunos servicios de cocina o correo recibían un pago extra. El uniforme que se les otorgaba y estos trabajos extra que les reportaba dinero adicional hizo que aflorara la envidia de otros habitantes del castillo, que les dieron el sobrenombre. La unidad de lanceros rojos fue disuelta en 1784 por el emperador José II.

Casa 14 – Casa de la vidente Matilda Průšová (primera mitad del siglo XX)

Antes de la Segunda Guerra Mundial aquí vivió la reconocida vidente conocida como “Madame de Thebes. Esta viuda de farmacéutico, cuyo nombre real era Matilda Průšová, llamaba la atención en la lejanía por su oscuro atuendo y su anticuado sombrero adornado con plumas de avestruz. Desde 1914 aguardó en vano el retorno de su hijo de la Primera Guerra Mundial. Cada día ponía la mesa y preparaba la cama para él. En su acogedora habitación, decorada con objetos bizarros, los clientes acudían cada día deseosos de conocer su futuro. Debido a sus predicciones sobre el fin próximo de la guerra y la derrota en la misma del Tercer Reich, Matilda fue apresada por la Gestapo y eventualmente torturada hasta la muerte.

Interior de la casa de la vidente Matilda Průšová

Casa 15 – Taller y vivienda de orfebrería (Renacimiento)

El nombre original de “orfebre” apareció por primera vez en los años 60 del S.XVI. Esto reflejaba el hecho de que algunos de los habitantes de las casas eran orfebres que escapaban de las estrictas normas que regían Praga en ésa época. Los orfebres que habitaban la callejuela eran los de más bajo rango del gremio. Aceptaban pequeños trabajos como pequeñas joyas para adornar ropa, cubertería o cadenas ornamentales. Los orfebres manipulaban materiales muy valiosos por lo que tenían que tener especial cuidado de que nada cayese al suelo. Trabajaban sobre un escritorio que debajo tenía una especie de pequeño cajón para recoger cualquier partícula de oro que pudiese caer. También contaban con un quemador para moldear más fácilmente las piezas. En toda casa de orfebre era imprescindible la presencia de un pájaro enjaulado, ya que era un indicador de la posible presencia de los peligrosos químicos evaporados durante su trabajo.

Interior casa de los orfebres

Casa 16 – Taberna (Renacimiento)

Regentar una taberna siempre fue un buen negocio en el Castillo de Praga. Con el beneplácito del soberano, empezaron a aparecer varias tabernas alrededor del castillo, llegando a existir más de 10 en algunos momentos, algunas de ellas estaban ubicadas en el Callejón del Oro. Eran lugar habitual de reunión de músicos y artistas y cobijo de trileros y chantajistas. A pesar de que según las autoridades de Praga, los dueños de tales locales eran regentados sólo por hombres de buena fe y moralidad, a menudo aparecían quejas sobre conducta y moralidad de las actividades llevadas a cabo en estos lugares. 

Casa 22 – Uso particular de Ottilie Kafka hermana de Franz Kafka

Casa que perteneció a Ottilie Kafka, hermana del genial escritor Franz Kafka y es el lugar en el que escribió su obra “Un médico rural.” Actualmente se venden todo tipo de recuerdos con Franz Kafka como elemento principal y algunas de sus obras en diversos idiomas.

Casa Número 23 de Ottilie Kafka

Casa 24 – Casa de la Sra. Magdalena (I República)

A principios del Siglo XX los habitantes del Callejón del Oro se dieron cuenta que sus casas tenían un aura encantadora especial. La callejuela era admirada por la sociedad y empezó a volverse famosa. Para incrementar el atractivo para los visitantes, los dueños empezaron a modificar sus hogares con suelos de madera y estufas de baldosa para asemejarse a las de la nobleza. Se agregaron gran variedad de muebles y se vistieron las ventanas con ricas cortinas. Los muros se pintaron de vivos colores y de patrones patrióticos, todo adornado con fotos familiares. La mayoría de los habitantes vivían en apartamentos más cómodos en Praga y estas pequeñas casas las utilizaban como exhibición al visitante a cambio de algunas monedas, como era el caso de la Sra. Magdalena. Algunos incluso decidieron alquilar los habitáculos a artistas o filósofos que buscaban nuevas fuentes de inspiración.

Casa 26 – Habitación de la costurera (1ª república)

Otro de los oficios de los habitantes del castillo era el de costurera. Siempre había algo que zurcir o algo nuevo que crear. El mantenimiento del equipamiento de cortinas y manteles del castillo requería constantes cuidados y manos de mujeres habilidosas con la aguja. También recibían de vez en cuando encargos de los habitantes del castillo de los más bajos estratos. También dentro alberga un gramófono, hoy en desuso, que originariamente reproducía un género de canciones del período de entreguerras.

Casa 27 – Casa de las especias (barroco tardío)

Curar heridas de guerra y preparar ungüentos sanadores era una de las habilidades imprescindibles en todo castillo. Estos especialistas tenían tanta fama y experiencia que incluso expedían certificados asegurando que cierta persona había sido sanada por ellos. La forma más común para dichas curas consistía en el uso de plantas medicinales y ungüentos naturales.

La casa de un curandero se asemeja bastante a lo que podría ser un herbolario. Néctares y líquidos en botellas; polvos, semillas y cataplasmas en cajas.

Casa numero 27 en elCallejón del Oro
A Praga y Vámonos Tours
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