Seguramente muchos de vosotros cuando entréis por primera vez en la espectacular Plaza de la Ciudad Vieja de Praga y os encontréis con una estatua de metal sobre un enorme pedestal de piedra y rodeada de plantas, os preguntaréis quién es este personaje y qué importancia tuvo para tener tal monumento aquí y también, por qué en ningún lugar de la estatua se encuentra con facilidad su nombre. Es algo que nos ha pasado a todos los que venimos de fuera por primera vez a esta maravillosa ciudad.
El personaje de la estatua se trata, ni más ni menos que, de Jan Hus, teólogo y filósofo, precursor de la Reforma Protestante. Reconocido como uno de los personajes checos más relevantes de la historia. Los checos no necesitan ningún cartel ni letrero informativo con su nombre, todos sin excepción lo conocen.

Infancia, formación y vida de Jan Hus
Jan Hus vivió a caballo entre el S.XIV y el S.XV y se trasladó a Praga para estudiar en la recientemente inaugurada Universidad de Carlos. Provenía de una familia humilde por lo que no podía costearse los estudios, es por ello que el propio rey le otorgó algo parecido a lo que hoy en día conocemos como beca de estudios y así una persona tan brillante como él pudiese formarse en su prestigiosa universidad.
Tras graduarse en sus estudios continuó investigando y escuchando las nuevas corrientes que iban surgiendo mientras, al mismo tiempo, difundía sus ideas reformistas como docente de la universidad y en los sermones que oficiaba en la singular capilla de Belén, situada cerca de la propia Plaza de la Ciudad Vieja ya en aquellos tiempos. Poco a poco fue subiendo en importancia en la institución hasta llegar a convertirse en uno de los primeros rectores de la universidad de Carlos.
En aquellos tiempos estaba empezando a surgir la necesidad de reformar la Iglesia católica y la universidad fue uno de los motores de cambio de la época, convirtiéndose el propio Jan Hus en su principal portavoz y valedor. Algunos de los argumentos esgrimidos eran la necesidad de impartir las misas en el idioma del lugar (eslavo) y no en latín para que el pueblo lo entendiese y en el gravamen que llevaban los salvoconductos que iban a parar a las arcas de la corona y no a ayudar a los más pobres con dichos impuestos.
Dichas corrientes reformistas empezaron a expandirse por todo el viejo continente coincidiendo además con un momento de desencuentro en la Iglesia católica pues había hasta tres personas proclamadas Papas. También empezó a surgir la amenaza de los pueblos otomanos, de una religión distinta que amenazaban con atacar Europa.
Es por ello que decidieron llevar a cabo el conocido como concilio de Constanza para unificar los ideales eclesiásticos y hacerse fuertes contra el enemigo. Jan Hus fue uno de los invitados a dicho evento como representante del movimiento que estaba empezando a surgir en el por aquel entonces llamado Reino de Bohemia.
Jan Hus condenado a la hoguera
Vas a asar un ganso, pero dentro de un siglo te encontrarás con un cisne que no podrás asar.
Jan Hus
Nuestro héroe llegó allí en 1414 a exponer sus ideas. Sus argumentos no convencieron a los asistentes y fue oficialmente declarado hereje y ex comulgado. Sin embargo, Hus siguió ejerciendo los oficios religiosos. Finalmente fue capturado y encarcelado. En el juicio se le instó a que se retractase de sus creencias y enseñanzas, a lo que Jan Hus rehusó y legó al pueblo checo la frase que hoy en día les define como nación: “Pravda vítězí”, presente en el escudo del país y que quiere decir “la verdad vencerá/prevalecerá”. Por lo tanto, el clérigo fue condenado a la hoguera, sentencia que tuvo lugar en Constanza el 6 de julio de 1415.

Sus cenizas y restos mortales fueron esparcidos para que no surgiese ningún movimiento a su alrededor. Se dice que cuando se conducía a la hoguera dijo que estaban quemando a un ganso (Hus significa Ganso), pero que no podrían parar al cisne que surgiría de las cenizas 100 años después.
En 1517, Martín Lutero publica su obra y comienza la gran reforma de la Iglesia católica. Uno de los factores por los que Lutero es conocido mundialmente y no Hus es por la creación en 1440 de la imprenta, invento del alemán Johannes Gutenberg, pero esa es otra historia diferente.
Sin embargo, con el paso del tiempo las noticias llegaron a Praga y sus seguidores se empezaron a organizar y se les empezó a conocer como los “Husitas”. Buscaban un cambio en la Iglesia católica (hoy en día existe la Iglesia husita como institución) y todo acabó desembocando en 1419 en la famosa 1ª defenestración de Praga, que dio lugar a las guerras husitas, una época oscura y convulsa en el reino de Bohemia.
En definitiva, Jan Hus fue uno de los primeros reformistas de la religión católica y una de las personas a las que le debemos la simplificación del idioma checo, pues fue él quien creó grafías para sonidos que no se podían escribir. Hoy en día el 6 de julio es uno de los principales días festivos de la nación y en cada pueblito del país es fácil encontrar algún monumento a Jan Hus.
En 1915 se inaugura la estatua de Jan Hus en la Plaza de la Ciudad Vieja
Pravda vítězí, la verdad vencerá
Jan Hus
La estatua que nos atañe en concreto fue inaugurada en 1915, coincidiendo con el 500 aniversario de su muerte, en plena Primera Guerra Mundial y enfrentada a la Columna Mariana, el símbolo de la dinastía católica de los Austria, era una forma más del pueblo checo de hacer ver al mundo que no estaban de acuerdo en seguir perteneciendo al imperio austro-húngaro. Cien años después, la iglesia católica le retiró los cargos de herejía y excomunión y se cumplió la frase que hoy define a este gran país, “Pravda vítězí”, la verdad vencerá.
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